Los colibríes también conocidos como picaflores, zumbadores, pajaros mosca, ermitaños o quindes son aves endémicas de América, no se las puede encontrar en ningún otro lugar del mundo.
La palabra "colibrí" tiene origen guaraní, pero en varias regiones de latinoamérica, principalmente a lo largo de los Andes, se los denominan "Quindes", palabra quechua para referirse a esta ave.
Son admirados por la amplia gama de colores que posee y por ser la única ave que puede volar hacia atrás. Esta elegante ave puede batir sus alas hasta 55 veces por segundo ¡Realmente rápido!
Mindo cuenta con 124 especies de colibríes de las 320 que hay en todo el mundo. Eso quiere decir que tan sólo en esta parroquia, ¡Se encuentra el 38% de los colibríes del mundo! Dicha caracteristica ha convertido a Mindo en un destino para ornitólogos mundial y ha hecho que importantes organizaciones internacionales con enfoque en conservación como National Geographic, reconozcan a esta parroquia como uno de los mejores destinos para practicar aviturismo en el mundo! Convirtiéndolo en un destino turístico internacional.
Muchos de ellos presentan picos de diferentes tamaños y formas, respuesta ante los diferentes hábitos alimenticios según la especie.
Esta ave ha representado la suerte, la armonía, la fertilidad, la dulzura y el sacrificio dentro de la cosmovisión andina, y ha sido objeto de múltiples leyendas como la siguiente:
Una hermosa india de grandes ojos negros que se llamaba Flor amaba al joven indio Agil, pero ambos eran de tribus enemigas. Por eso los amantes se citaban en la clandestinidad, a penas por pocos minutos para evitar sospechas.
Una amiga envidiosa de Flor le contó al jefe de la tribu y este le prohibió ver a su enamorado. La luna compadecida de esos amores le dijo a él:
“Ayer vi a Flor que lloraba amargamente pues le quieren hacer casar con un indio de su tribu”.
Desesperada pidió al dios Tupá que le quitara la vida, que hiciera cualquier cosa con tal de librarla de aquella boda. Tupá oyó la súplica; no la hizo morir pero la transformó en una flor.
Esto último me lo contó mi amigo el viento. El joven le interrogó:
“dime Luna, dime ¿en qué clase de flor ha sido convertida mi enamorada?
¡Ay, amigo, eso no lo sé yo ni lo sabe tampoco el viento!
¡Tupá, Tupá¡ -gimió Agil-. Yo sé que en los pétalos de flor reconoceré el sabor de sus besos. Yo sé que la he de encontrar. Ayúdame a hallarla, tú que todo lo puedes!
Y el cuerpo de Agil ante el asombro de la Luna fue disminuyendo, hasta quedar convertido en un pequeño y delicado pájaro multicolor, que salió volando apresuradamente. Era el colibrí. Desde entonces el novio triste, en esta bella metamorfosis, pasó sus días buscando ávida y rápidamente los labios de las flores, una tras otra. Pero según dicen los indios más viejos de las tribus todavía no la ha encontrado.
En los jardines de Mindo Green House podrás apreciar varias especies de quindes de diferentes colores y tamaños pero con una bellza única.